Mi amistad con Willy Tadeo Layug, escultor de la ciudad de Betis, Pampanga, Filipinas

A Willy Tadeo Layug, afamado escultor de la ciudad de Betis, en Pampanga, Filipinas, y considerado el especialista en escultura sacra más importante de su país, le conocí en 2010, cuando se puso en contacto conmigo para que le mostrase mi forma de aplicar la policromía. Ese mismo año, viajó a mi taller de Córdoba varios días, donde estuvimos aplicando la policromía sobre un busto de una Virgen que él había realizado y que se trajo para poder enseñarle in situ. 

En las tres fotografías siguientes podéis ver el resultado de la policromía sobre el busto:

Unos años después, en 2014, aunque seguíamos estando en contacto por otros medios digitales, Willy volvió a Córdoba y me entregó un regalo en agradecimiento por todo lo que le había enseñado sobre la aplicación de la policromía. En concreto, un retrato mío al óleo pintado por él. Hablamos de muchas cosas y volvimos a compartir muchas impresiones. Willy en alguna ocasión me comentó que deseaba tener una Dolorosa suya, y que por suerte, se haría realidad años después.

Nuestros caminos se volvieron a encontrar a la salida de la iglesia de la Merced de Córdoba, un 10 de abril de 2019, donde Willy viajó con su familia, haciéndome entrega de un libro que había realizado de su trabajo en Filipinas.

Al día siguiente, les invité a visitar mi casa en el campo, donde hablamos de nuestros proyectos y les enseñé el retrato enmarcado que Willy me había realizado en Filipinas. Les estoy muy agradecido por todo lo que vivimos, y sobre todo por su amistad. Más pronto que tarde le comenté que tenía que hacerle una visita a su ciudad y algún día lo conseguiré.

También fuimos a mi taller donde se quedó prendado de una imagen que realicé para una exposición en 2019. Al conocer que estaba en venta, sabiendo las ganas que tenía de comprar una obra mía, no dudo en adquirirla para llevársela a su ciudad en Filipinas.

Se trata de una imagen de candelero realizada en madera de cedro, con una medida de 168 centímetros. Tiene rasgos finos y elegantes, que envuelven una mirada dulce y enormemente expresiva, reflejando a la perfección el dolor de la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de la Consolación.

Willy decía a todos sus amigos que la Consolación, “estaba hecha por mi maestro, Francisco Romero Zafra”, y que esta imagen de la Virgen sería añadida a su colección personal, ubicada en la casa – museo que posee en Betis, Pampanga de Filipinas.

El 3 de marzo de 2021, cuando su Virgen de la Consolación viajó para su casa en Filipinas, Willy comentó en su Facebook: “Finalmente, Ella viene a casa…”